Bruno Bresani y Mar Canet nos ofrecen una estrategia crítica de resistencia a través de una maquina, o mejor dicho, un dispositivo que pulveriza un discurso amoroso producto de la alienación afectiva, compuesto con pedacería de otras historias, las cuales quizá nunca fueron nuestras. El contenedor de los amores imposibles también puede interpretarse como una estrategia contra la obsesión del lenguaje, o de modo un tanto específico cual resistencia ante la obligación de narrar, de ficcionar como mandato estético ignorando aspectos fenomenológicos, componentes no verbales o el comportamiento de los distintos códigos y lenguajes responsables de traducirnos las historias cuya fascinación a veces nos aísla de nuestros propios deseos.
/Ready Media): Hacia una arqueología de los medios del Laboratorio de Arte Alameda
ARK MAGAZINE